lunes, 3 de noviembre de 2014

El tercero

Llegó Benjamín, y como prácticamente era de esperar, no postee nada ese día, ni el siguiente, ni al mes.

Ya escribí sobre esto cuando nació Juan, uno no tiene la novelería que tenía con el primero, pero por sobre todas las cosas… uno tiene otros dos que atender en casa.

Hoy me decidí a escribir un prqueño post justamente sobre la diferencia de entorno entre el primero y el tercero.

Cuando nació Jose, con Vivi hacíamos silencio sepulcral cuando la lográbamos dormir. Obviamente desconectábamos el teléfono de linea, dejábamos los celulares en silencio, y empezamos a ver la tele en “mute”, para lo cual es fundamental tener cable con canales con subtítulos.

Cuando nació Juan, Jose tenía 3 años y 9 meses, por lo que podíamos pedirle que hiciera silencio, que si bien no era el silencio que pretendíamos nosotros, ella era tan buena (y es) que nos hablaba en secreto cuando Juan dormía.

Pero con Benja la cosa se descontroló… Juan se descontroló, y eso hace que todo sea un poco mas complicado. Pero como una imagen vale mas que cien palabras, dejo un video de lo que intento explicar…

A continuación Josefina y Juan le cantan una canción de cuna para que se duerma a su hermanito de 1 mes:

Dónde está la diferencia entre el ambiente donde se crió Josefina y en el que se cría Benjamín? Los padres.

Somos los mismos, pero obviamente junto con ellos hemos crecido y aprendido cosas… Josefina seguramente podría dormir en el mismo ambiente que Benjamín, solo que nosotros nunca lo probamos, y eso hizo que se hiciera muy dificil para Jose dormirse en otro lugar que no fuera su cama y en el silencio que estaba acostumbrada.

Quiero decir con esto que hay que hacer ruido para dormir a un niño? No, para dormir a un niño hay que hacer lo que sea necesario… y si eso implica que uno tenga que saltar en un pie durante 3 minutos y cantar el himno, será eso lo que uno tenga que hacer. Lo que intento decir es que si bien es bueno lo de la rutina, explicado ya hasta el cansancio en este blog, me parece también importante (ahora) el cambiar algo cada tanto, como para que vea que algo se puede cambiar y no es grave.

No digo de empezar a hacer ruido a propósito, pero si conversar… o dejar la tele a un volumen que no moleste, un día dejar una luz prendida (tenue obviamente), etc. Creo que son cosas que acostumbran al niño también a adaptarse a cosas que tal vez al principio no se esperaba.

Claro que, con el diario del Lunes somos todos cracks!

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