sábado, 13 de agosto de 2011

Otro día triste

Increíblemente en menos de 15 días perdí dos abuelos. Ya conté de mi “Tata Gómez”, y ayer falleció mi “Tata Correa”. Esto es algo bastante personal que como conté antes no tiene interés para nadie mas, pero a mi me gustó recordar y dejar plasmados esos recuerdos en mi anterior post asique en este voy a hacer lo mismo.

Mi abuelo Correa siempre vivió en La Paloma (Rocha, Uruguay) en una casa muy querida para mi. Primero que nada, él era carpintero por lo que su garage (también taller) era mi laboratotio de experimentos. Siempre había pedazos de maderas con los que yo podía jugar y hacerme cosas. Me acuerdo que me hizo un auto pegando dos maderas y utilizando tapitas de refrescos para las ruedas. Obviamente era mas rústico y feo que cualquier otro auto de los que yo tenía, pero ese lo había “hecho yo”, lo cual me daba cierto orgullo. Su moto fué la primer moto que manejé, una Hondita 50cc roja. La Paloma en invierno era casi desértica por lo que yo podía andar en moto en sin problemas.

En La Paloma pasamos muchos carnavales y fiestas de fin de año. El fin de año siempre fué divertido, incluso cuando de adolescente después de cenar salíamos a bailar. Y los carnavales eran increibles, mas allá del desfile que dejó de hacerse después de un tiempo, La Paloma era el único lugar que yo conocía donde la policía cerraba una calle para que la gente jugara con agua, y quien pasara por esa calle sabía a lo que se exponía. Eso era increible para mi.

Se ve que tengo algún tare con el truco porque también tengo grandes recuerdos de jugar al truco con el. A diferencia del Tata Gómez, este era mas callado, era como mas perfil bajo en las jugadas, pero era un gran mentiroso. Me acuerdo clarito como caí varias veces que el se hacía el despistado, como que no sabía lo que iba pasando en la mano o no se había dado cuenta la carta que había jugado y cuando yo me agrandaba él me retrucaba y me ganaba, con una risa muy particular que todavía puedo escuchar.

También con el anduve por primera vez,en tren lo cual para un niño no es algo menor. Me acuerdo la alegría que yo tenía por andar en tren… fuimos de La Paloma a la Aguada, no deben ser mas de 10 km, y debemos haber demorado cerca de media hora :)

Por desgracia la vejez lo deterioró bastante, y la última vez que lo ví fué hace un par de semanas en el sanatorio donde lo habían internado por una neumonía. La verdad que en ese momento me quedé muy mal porque no lo ví bien, pero sé que después mejoró y se recuperó, incluso le dieron de alta. Pero ayer al medio día le empezaron a fallar los pulmones y falleció.

Al igual que con mi otro abuelo, me quedo con pena de que no pudiera conocer a Juan. El era muy cariñoso con Josefina y sé que le iba a gustar conocerlo, aunque su cabeza ultimamente no estuviera en su mejor momento.

Dejo una foto de él con Josefina cuando Jose era bebé.